Son días como estos los que me siento en el sofá de mi comedor y pongo el portátil sobre mis rodillas esperando ese momento de inspiración. Muchas veces el sol es tan fuerte que apenas veo la pantalla, pero me gusta jugar con la idea de que lo que estoy escribiendo está allí aunque yo no lo pueda divisar. Es un poco como la esperanza de crear sentimientos.
Construimos algo, lo mimamos, no lo vemos a través de la piel pero tenemos la esperanza de que esté ahí.
Esa persona que ha leído el título y ha reído… bueno, te dije que mi próximo post se llamaría así, cumplo mi palabra.
Pero para aquellos otros que no tengan ni idea de por qué hacer referencia a un animal como el pulpo, dejadme que os saque de vuestra sorpresa con unos cuantos datos que si más no me tuvieron hasta las dos de la mañana alucinada. Todo empieza tras una broma y una pregunta para Google: ¿los pulpos tienen capacidades cognitivas?
Espera… no cierres el blog, esto tiene miga créeme.
Para mi sorpresa los pulpos no solo SI tienen capacidad cognitiva si no que además son capaces de aprender mediante observación, memorizar cosas a corto y largo plazo, saben engañar e incluso pueden ser zurdos o diestros. No quiero aburriros con más datos sobre ellos, pero dejo aquí un par de artículos que bien te entretienen un rato, ambos son de la web Libro de notas y tratan sobre la inteligencia de los pulpos.
No voy a negar que se me escapan carcajadas mientras releo lo que estoy escribiendo, pero me provoca más risa el haberme despertado pensando en que algo que me hacía creer que nos parecíamos a ellos era el ímpetu con el que sus ventosas se agarran a la superficie por la que caminan.
Ímpetu.
Por llegar a aquellos lugares que tanto deseamos, por conseguir esos premios, esas sensaciones, esos recuerdos. Ímpetu por encontrar nuestro camino dentro del laberinto para saber seguir el recorrido adecuado y también para poder volver cuando nos haga falta.
Porque avanzar y regresar son siempre lecciones importantes.
«Let’s not take it for granted.»
Ahora me viene a la mente la estúpida imagen de un pequeño pulpo recorriendo el inmenso mar para llegar al coral deseado, así como nosotros nos peleamos cada día con la inmensidad de nuestros pensamientos y los retos que nos supone el luchar para llegar a aquello que anhelamos conseguir.
Curioso que de 8 tentáculos ellos sólo utilicen dos, me deriva a pensar cuantas cosas damos por hechas y no ponemos a nuestro alcance para utilizarlas como impulso.
Cuantas personas están a nuestro alrededor y nos parecen reemplazables sin ver su auténtico potencial.
Sin embargo el pulpo sigue teniendo 8 tentáculos y las cosas siempre suceden por algún motivo.
¿Que quiero decir con esto?
Como dijo mi querido Leonardo Di Caprio el otro día al ganar su Oscar «let’s not take it for granted» y aunque él se refería al planeta yo quiero extrapolarlo a todo lo demás. A la importancia que tiene el saber que tenemos esos 8 tentáculos y que si decidimos no utilizarlos no sea por haberlos olvidado o haber dado por sentado que van a estar ahí siempre.
Let’s not take for granted los momentos únicos y bonitos.
Para acabar (aunque no sé como he llegado muy bien aquí) quisiera enlazarte este tema con una película muy reciente llamada EX MACHINA, se trata de un film que nos habla de la inteligencia artificial y de como los humanos sacamos percepciones u sensaciones a veces sin tener en cuenta quienes somos, qué nos rodea, de donde venimos y sobretodo si no nos precipitamos. Me gustó muchísimo como se desenvuelve a lo largo de la historia, la recomiendo 100%.
¡Gracias!
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